Caen acciones de Netflix, Disney y Warner por nuevos aranceles
Caen acciones de Netflix, Disney y Warner Bros por nuevos aranceles al cine extranjero anunciados por Trump
Nueva York — La industria del entretenimiento recibió un duro golpe este lunes tras el sorpresivo anuncio del expresidente estadounidense Donald Trump sobre la imposición de un arancel del 100% a todas las producciones cinematográficas realizadas fuera de Estados Unidos. El anuncio, emitido a través de su cuenta en Truth Social, provocó una inmediata reacción en los mercados, con significativas caídas en las acciones de gigantes como Netflix, The Walt Disney Company y Warner Bros. Discovery.
Los títulos de Netflix cerraron con una pérdida del 6,3%, mientras que Disney retrocedió un 4,8% y Warner Bros. cayó un 5,1%. La propuesta de Trump, que ha generado un encendido debate en la comunidad financiera y cultural, tiene como objetivo —según sus propias palabras— “proteger los empleos estadounidenses y la integridad de nuestra industria cinematográfica, que ha sido socavada por subsidios extranjeros y producciones baratas”.
Una medida con implicaciones globales
La propuesta de aranceles se enmarca en un discurso proteccionista que Trump ha retomado de cara a su nueva campaña presidencial. Alega que países como Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda ofrecen fuertes incentivos fiscales para atraer producciones estadounidenses, lo cual, en su visión, debilita el empleo local y erosiona el contenido “auténticamente estadounidense”.
No obstante, expertos en economía y líderes del sector audiovisual advierten que esta política podría tener un efecto bumerán. “Las grandes compañías como Netflix o Disney dependen cada vez más de producciones internacionales para diversificar sus catálogos y abarcar audiencias globales”, explicó Megan Harris, analista de medios en Bloomberg. “Penalizar esas producciones encarecerá los costos, limitará la oferta y reducirá la competitividad de las plataformas estadounidenses en el mercado global”.
Reacciones mixtas en la industria
Desde Hollywood hasta Silicon Valley, las reacciones no se hicieron esperar. Un portavoz de la Motion Picture Association (MPA) declaró que “la industria del entretenimiento estadounidense es una de las más globalizadas y vibrantes del mundo. La imposición de aranceles podría afectar miles de empleos y alianzas internacionales estratégicas”.
Por su parte, voces conservadoras aplaudieron la medida, argumentando que es hora de “recuperar el control cultural y económico de Hollywood”. Sin embargo, ejecutivos de las principales plataformas de streaming y productoras independientes han expresado su preocupación, advirtiendo que un arancel de tal magnitud alteraría los calendarios de rodaje, elevaría los presupuestos y dificultaría la producción de contenidos originales en colaboración con estudios foráneos.
Impacto en el mercado y en las decisiones de producción
Además del golpe bursátil, el anuncio podría frenar acuerdos en curso con productoras europeas, asiáticas y latinoamericanas. “Las series y películas filmadas en el extranjero, como muchas de las producciones de Netflix en España o Corea del Sur, quedarían gravemente afectadas”, señaló Jordan Fields, experto en derecho audiovisual.
El temor a que el arancel se materialice ha disparado una ola de incertidumbre entre inversores y creativos. De hecho, se especula que varias producciones que iban a iniciarse fuera del país en 2025 ya están siendo revaluadas internamente.
Un debate que trasciende lo económico
Más allá del mercado, la decisión ha abierto un debate sobre la libertad creativa y el papel del cine como puente cultural. Para muchos, la globalización de los contenidos ha sido clave en el auge del streaming, al acercar historias diversas a millones de espectadores. “Limitar esto con barreras comerciales es ir contra la esencia misma de lo que ha revolucionado el consumo audiovisual en los últimos diez años”, apuntó la crítica cultural Ana Beltrán, del New York Times en Español.
¿Un nuevo capítulo de tensión política?
Este anuncio se suma a una serie de propuestas nacionalistas que Trump ha retomado como parte de su campaña, generando nuevas tensiones con la industria tecnológica y cultural de Estados Unidos, sectores que históricamente han mostrado una postura crítica hacia sus políticas.
Aunque la medida aún no es ley, el hecho de que provenga de un candidato con alta influencia dentro del Partido Republicano y con claras posibilidades de regresar a la Casa Blanca ha generado alarma. Las empresas ahora se ven obligadas a diseñar escenarios de contingencia en caso de que esta política se convierta en una realidad.
«El anuncio de Trump ha encendido las alarmas en una industria que vive de la colaboración internacional. Con las acciones en rojo y el futuro de muchas producciones en suspenso, la guerra cultural y económica parece haberse trasladado ahora a las pantallas del entretenimiento global.»